“El celibato eclesiástico no es un dogma. Las escrituras no lo imponen. Sería incluso muy fácil. Tomamos una pluma, firmamos un decreto, y mañana todos los sacerdotes que quieran pueden casarse." (Papa Juan XXIII - Audiencia con Etienne Gilson "Souvenir du Père" La France Catholique, no. 862, 7-VI-1963) --- “Podrás romper tu voto de celibato cientos de veces y podrás ser bienvenido una vez más. Comete el matrimonio una sola vez y serás echado”. (Ted Schmidt - Editor of Catholic New Times)

miércoles, 4 de abril de 2007

La excomunion del arzobispo Milingo

REFLEXIONES SOBRE LA EXCOMUNION DEL ARZOBISPO MILINGO

El martes 26 septiembre 2006, la Oficina de Prensa de la Santa emitió una declaración sobre la excomunión del Arzobispo Monseñor Emmanuel Milingo, arzobispo emérito de Lusaka. (ZENIT.org - ZS06092606). En dicha declaración se dice que la “Santa Sede ha seguido con profunda preocupación” la actividad del arzobispo Milingo al crear una nueva asociación de sacerdote casados, que según el Vaticano está “sembrando división y desconcierto entre los fieles”.

(Foto: el autor en conversación con Mons. Milingo)
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Es realmente irónico que se mencione en dicho comunicado que “exponentes de la Iglesia de diferentes niveles han tratado de contactar en vano al arzobispo Milingo para disuadirle de proseguir con sus acciones, que causan escándalo”. La ironía reside en el hecho de que en agosto de 2001, monseñor Milingo fue literalmente “raptado y separado” de su esposa María en el aeropuerto de Milán y estuvo desde entonces “secuestrado y vigilado” por la propia Iglesia, la cual sin duda ha tenido ya suficiente tiempo para “disuadirle” y por lo visto sin ningún éxito.

Teniendo en cuenta el trato (o mas bien el maltrato) que Monseñor Milingo recibió en esos cinco años, dudo como dice el comunicado en “la comprensión manifestada, incluso recientemente, por el sucesor de Pedro a este anciano pastor de la Iglesia,” cuando fueron el propio cardenal Ratzinger y luego Mons. Tarcisio Bertone, los responsables de tratar con el dossier Milingo desde el comienzo del caso como Secretarios de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Fue el hoy Cardenal Tarcisio Bertone, nombrado recientemente Secretario de Estado Vaticano por el Papa Benedicto XVI, el encargado de acompañar a Milingo en su proceso de arrepentimiento y renuncia a su “matrimonio” y retorno a la Iglesia en 2001. Por ello, si creo, como dice el comunicado en la “paciencia vigilante” en ver “la evolución de los acontecimientos” tales como “el pretendido matrimonio y después con la ordenación de cuatro obispos, el domingo 24 de septiembre en Washington D.C.” (…) “Con este acto público, tanto el arzobispo Milingo como los cuatro ordenados han incurrido en la excomunión «latae sententiae», prevista por el canon 1382 del Código de Derecho Canónico.”

Mons. Milingo al ir contra el Cannon 1382 del Derecho Canónico (que dice: “El Obispo que confiere a alguien la consagración episcopal sin mandato pontificio, así como el que recibe de él la consagración, incurren en excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica”) incurrió de forma automática en excomunión. Por lo tanto, en este caso, la Iglesia Católica, no necesita tomar ninguna iniciativa, sólo responde de acuerdo a la normativa de su ley eclesiástica. Así, Mons. Milingo hizo las cosas mucho más fáciles para la Santa Sede, pues les ahorró tomar “acciones” como informaba el servicio católico de noticias ACI el 24 de julio de 2006. Según esa noticia de ACI, Benedicto XVI recibía al Cardenal Tarcisio Bertone para tratar uno de los dos temas de la agenda de la reunión: “las acciones a tomar respecto del Arzobispo Emmanuel Milingo, que recientemente abandonó la Iglesia Católica para unirse a la secta Moon.” Esta expresión: “abandonó la Iglesia Católica para unirse a la secta Moon” denota como deliberadamente esa noticia pretende confundir y desviar la atención, pues el asunto NO ES que Mons. Milingo quiera unirse a la Iglesia de Moon, una falsedad que él ya aclaró cinco años antes, sino que el TEMA FUNDAMENTAL Y CENTRAL que Mons. Milingo planteó entonces y plantea ahora tiene que ver con EL CELIBATO SACERDOTAL y con los CURAS CASADOS.
(Véase en al final del blog la carta que dirigía en su momento a su Santidad Juan Pablo II, aclarando sus motivos y su sincera petición de ratificar su situación matrimonial de acuerdo al Rito Católico y dispensarse del celibato, así como una declaración dada antes de su ceremonia de boda)

Por eso, desafortunadamente, la propia Iglesia Católica le exigía entonces a Mons. Milingo disolver lo que supuestamente debe ser "indisoluble" para quitarle todo "carácter definitivo" a su matrimonio y lo que es más grave separar aquello que “Dios ha unido”.

Esto me recuerda que el 23 de agosto de 2001, cuando su esposa Maria Sung ayunaba y se manifestaba en la plaza de San Pedro reclamando por su marido al declarar ante el todo el mundo que su MATRIMONIO consumado libre y voluntariamente ante DIOS era indisoluble y para siempre; el Cardenal MacCarrick de Washinton D.C. hizo una significativa declaración, que en mi opinión resume de la manera más sincera, directa, clara y concisa la posición oficial de la Jerarquía Católica Romana sobre el celibato sacerdotal, y sobre el “escándalo” (como ellos mismos lo llamaron) provocado por Mons. Milingo. Por todo esto debemos agradecer mucho al Cardenal MacCarrick aquella declaración:

“…Nosotros que profesamos nuestra creencia en el carácter permanente y esencial del sacramento del matrimonio también creemos con igual convicción en el sacramento de las Sagradas Ordenes, por las que un hombre, sea un sacerdote o un obispo, está obligado por sus serios votos de su promesa de celibato y la fidelidad que el libremente profesó en su ordenación. Esos son serios elementos de la vocación sacerdotal, más aún cuando este sacerdote es un obispo. Esto no puede tomarse a la ligera.

La unión de un obispo con la Iglesia es adecuadamente descrita por los Teólogos y Padres de la Iglesia como un matrimonio. Por tanto, cualquier intento de destruir esta unión para poder substituirla con otra sería similar a la mujer que amenaza con suicidio si el hombre ya previamente casado con la que ella quiere casarse no deja a su esposa legal”

Una interesantísima teología, que en otras palabras implica o quiere decirnos, que la unión de compromiso que un sacerdote adquiere hacia la Iglesia ES IGUAL Y SE EQUIPARA a la unión que Dios en su infinita sabiduría estableció desde el principio para la unión entre el hombre y la mujer para que llegaran a ser dos en una sola carne y procrearan. Si seguimos con la lógica de esta equiparación, tendríamos que volver a re-escribir las Sagradas Escrituras para añadir que en el principio Dios creo al hombre Adán y le hizo una compañera adecuada que no es precisamente Eva, sino que es “la Santa Madre Iglesia” para se unan y lleguen a ser perpetuamente felices.

Tendríamos que re-escribir también el evangelio de Mateo 19:4-7 donde Jesucristo dice: “¿No han leído que el Creador en el principio, los hizo hombre y mujer, y dijo: El hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá con su mujer, y serán los dos uno solo? De manera que ya no son dos, sino uno solo. Pues bien, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre." En otras palabras, Jesucristo nos está diciendo que antes que la Iglesia o cualquier otra institución el matrimonio es la primera institución que Dios creó en el Jardín de Edén, y que por tanto, el matrimonio es en sí mismo el cumplimiento del propósito de la creación, ya que hombre y mujer forman la imagen de Dios, y podemos reflejar plenamente Su Naturaleza sólo como una pareja.

Cuando dos se hacen una sola carne, significa que Dios consagró la santidad de unión sexual. La unión del acto conyugal debería tener una dimensión mística y sagrada, ya que es la unión íntima entre el marido y la esposa con Dios para disfrutar y expresar el amor eterno que El originalmente diseñó. Dios está presente como la tercera persona. El es la unión, y los tres se convierten en uno, como un reflejo de la Santa Trinidad. Mediante esta santa unión, Dios, el creador de la humanidad, transmite Su amor a la toda la raza humana.

Por eso Mons. Milingo con toda razón declaraba el 25 de julio de 2001: “En un mundo caído que ha profanado la pureza del amor, la Iglesia Católica la ha protegido mediante el celibato y la castidad durante sus 2000 años de providencia. ¿Pero con qué propósito, y para qué fin la ha protegido? Ahora que entramos al 3er milenio, el celibato ha cumplido su propósito, y deber dar paso al establecimiento de matrimonios santos. Nadie mejor preparado para cumplir este alto y santo llamando que las monjas y sacerdotes célibes. Tal hecho nunca puede experimentarse mediante las pasiones ilícitas y desenfrenadas que ahora se suscitan en secreto. Sólo a través de matrimonios bendecidos, consagrados por Dios, puede uno comprender el significado de, "no es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea para él” [Génesis 2:18]

¿Qué es lo que o he hecho en obediencia a Dios?, proveer un modelo. Combinando el Sacramento de las Santas Ordenes, que define lo que es el sacerdocio, con el Sacramento del Matrimonio, fortaleceremos y renovaremos las dos partes, mientras reconstruimos, engrandecemos y fortalecemos el todo. Esto es lo qué Dios está pidiendo al final de los 2000 años de la fe Católica. Al entrar al tercer milenio, la capacidad de la iglesia para responder a la providencia de Dios determinará su utilidad a Su plan y su destino en Su voluntad.”

El comunicado vaticano termina con un llamado a la oración “de toda la comunidad de los fieles”… y yo me pregunto: ¿Que debemos orar los fieles? ¿Qué debemos pedir a Dios para ayudar a mitigar el “sufrimiento eclesial”? ¿Qué quiere Dios realmente…? ¿Un clero célibe o un clero casado? …

Al leer y releer este importante pasaje del evangelio de Mateo 19:4-7, y sentir el drama de Mons. Milingo, así como de los más de 100.000 sacerdotes sancionados por haberse casado, siento la necesidad de interpretarlo como un mandato claro y específico que Jesucristo dirige específicamente HOY a la Iglesia Católica, para que cumpla lo que realmente es la voluntad de Dios desde el mismo principio del mundo: establecer matrimonios consagrados a Dios. Sinceramente oro para que la Iglesia Católica pueda dar ese paso correspondiente que permita a sus sacerdotes la transición del celibato consagrado al del matrimonio consagrado de sus sacerdotes.

Creo que Mons. Milingo ama profundamente a la Iglesia Católica, pero entiende que la PROVIDENCIA DE DIOS así como el Evangelio son anteriores al Código del Derecho Canónico y que seguir a Jesucristo es anterior a las normas disciplinarias de la institución. Tanto el celibato opcional para los sacerdotes como el retorno a las funciones clericales de más de 100.000 sacerdotes casados supondrían un enorme beneficio para la Iglesia y eso es lo que busca con su MINISTERIO DE CURAS CASADOS.

Jesús González Losada - Octubre 2007

1 comentario:

Minos_diz dijo...

Hola!

Apenas acabo de toparme con su publicación y estoy de acuerdo con Monseñor Milingo.

Creo que el celibato debería ser opcional. Soy católica y siempre creí que un sacerdote no debía casarse para poder estar "en libertad" para ejercer su ministerio. Pero ahora que he conocido mejor a más sacerdotes, tengo que reconocer que el sacrificio que les exigimos, totalmente antinatura, es como una piedra que impedirá avanzar a la iglesia en la construcción del Reino de Dios.

Necesitamos matrimonios ejemplares, modelos. El matrimonio aunque pudiera resultar un estorbo (compromisos económicos, sociales y familiares que podrían distraer al sacerdote) enriquecería también la perspectiva del sacerdote que aconseja y acompaña. También facilitaría la integración de más matrimonios. Ignoro cómo le haya resultado a nuestros hermanos separados, pero la situación actual de curas pederastas ó que llevan una doble vida, es intolerable, precisamente porque si hubo alguien que definió su postura ante la vida, una postura valiente, de amor, verdad, compromiso y entrega, fue el mismo Jesucristo.

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Autor y educador español (1952 - ) felizmente casado con Teresa Chávez, dos hijos varones. Datos biográficos en: http://jesus-gonzalez-losada.blogspot.com/ - Magíster en Matrimonio y Familia por la Universidad de Navarra. - Director en Uruguay de la Fundación Educativa para la Paz - Autor de varios libros y ensayos publicados en distintos medios